El tabaco es una
de las sustancias que más dependencia crean y cuando se intenta abandonar el
hábito surge la ansiedad y el nerviosismo por el síndrome de abstinencia,
sensación en la que se fundamenta el mito de que fumar "relaja",
cuando, en realidad, se sufre por la "dosis" y obtenerla nos calma...
Por ello, muchas
personas recurren a algún tipo de vía de escape que les permita tranquilizarse
y sustituir el hábito tabáquico, siendo muchas veces la comida el método para conseguirlo, con el
consiguiente aumento de peso.
El aumento de
peso no es una excusa, además de los beneficios de dejar de fumar, los últimos
estudios señalan que algunos alimentos, además de sanos, nos ayudarán a dejar de
fumar porque empeoran el sabor de los cigarrillos.
Las frutas, las
hortalizas y los lácteos son de esos alimentos que los fumadores señalan como
peores acompañantes del tabaco, mientras afirman que resaltan su sabor: el
café, la carne, el alcohol...
Algunas páginas ofrecen incluso menus/dietas completos para ayudar en el proceso, por ejemplo: http://www.uhu.es/servicio.prevencion/unidadsalud/tydieta.pdf,
Sigue una dieta
ligera, completa y equilibrada que evitarán ese aumento de peso que puede venir
al dejar de fumar.