Esta semana es noticia el dictamen realizado por la juez federal
Gladis Kessler quien ha dictaminado que las empresas tabacaleras deberán hacer
declaraciones correctivas sobre los siguientes puntos fundamentales:
- los efectos adversos para la salud del hábito de fumar
- las consecuencias para los fumadores pasivos
- el poder adictivo de la nicotina
- el engaño de los productos light
- de los errores en todas sus actividades publicitarias que informaban sobre todas las mentiras anteriores.
Dicha campaña correctiva se hará a través de los
medios de comunicación y de impresiones en sus cajetillas.
No es la primera vez que la industria debe corregir sus informaciones o actuaciones, un ejemplo de ello es lo ocurrido en el
año 2005 cuando científicos del Centro de Investigación, Prevención y Control del Tabaco de la Universidad de
California desvelaron en la revista “The Lancet” cómo actuaron las empresas,
comprando voluntades de científicos, para contrarrestar las investigaciones que
en el año 1996 había publicado la revista “Science”, y que proporcionaba una
evidencia científica de peso sobre el efecto cancerígeno del tabaco.
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