Hoy nos hacemos eco de la campaña “Por 7 razones quítate la
venda”. Fue lanzada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de la Comunidad
Valenciana hace unos meses para concienciar de la toxicidad y las consecuencias
perjudiciales de los cigarrillos electrónicos, vapeadores y cachimbas, y anima
a reflexionar sobre las implicaciones del consumo de estos dispositivos y a
desmontar los falsos mitos asociados.
Así, según datos de la Encuesta sobre uso de Drogas en
Enseñanzas Secundarias (Estudes, 2021) del Ministerio de Sanidad, los
vapeadores le sacan cinco puntos en consumo al tabaco: el 46,3 % de estudiantes
valencianos de entre 14 y 18 años ha consumido cigarrillos electrónicos frente
al 41,7% que ha probado el tabaco en 2021 y estas nuevas formas de consumir
tabaco "han crecido 25,5 puntos desde 2014".
El hecho de que se sustituya una forma de fumar por otra es realmente peligroso, porque no existe una percepción de riesgo asociada al consumo de cigarrillos electrónicos, vapeadores o cachimbas. Según la AECC, “Existe un interés por parte de las industrias tabacaleras de diferenciar las nuevas formas de consumo del tabaco tradicional: de hecho, el término vaper surge para distinguirlo de cigarrillos electrónicos y aludir a la inocuidad del vapor de agua. La realidad es que estos dispositivos contienen elementos tóxicos y compuestos cancerígenos”.
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