El Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (SCENIHR), de la Comisión Europea, el pasado 25 de enero de 2016, emitió su 1er dictamen sobre los aditivos utilizados en los productos del tabaco.
Se considera aditivo del tabaco cualquier sustancia, distinta del agua, añadida durante la fabricación de un producto del tabaco, como conservantes, humectantes, aromatizantes y auxiliares tecnológicos.
Actualmente hay unas 600 sustancias que se utilizan como aditivos de cigarrillos. Los principales aditivos del tabaco son azúcares, que también se encuentran presentes de forma natural en las hojas de tabaco, y compuestos que preservan la humedad (humectantes), como el glicerol y el propilenglicol. Se consideran asimismo aditivos los conservantes y diversos aromatizantes. Entre estos últimos se incluyen el cacao, el regaliz, el mentol y el ácido láctico, y los aceites y extractos vegetales.
Destacamos que el SCENIHR ha identificado 48 compuestos químicos que deben incluirse en la lista prioritaria. Seleccionados por presentar real o supuestamente una o más de las siguientes propiedades:
- toxicidad sin combustión (incluidos los efectos carcinogénicos, mutagénicos o tóxicos para la reproducción)
- facilitación de la inhalación o aumento de la absorción de nicotina, que pueden contribuir a la adictividad
- sabor característico, uno de los factores que posiblemente contribuyen al atractivo
- formación de cualquier tipo de componentes químicos tóxicos tras la combustión
Han elaborado un breve folleto de síntesis "¿Son inocuos los aditivos usados en los productos del tabaco?"
Y en el dictamen se incluyen la lista completa y los detalles sobre cómo y por qué se seleccionó cada componente de la lista prioritaria.
Este dictamen es el primero de una serie de dos sobre aditivos usados en los productos del tabaco. El segundo dictamen abordará las directrices sobre los tipos de estudios que deben solicitarse a los fabricantes para evaluar la relevancia de los aditivos.
Estos estudios y dictámenes orientarán a la Comisión Europea en la elaboración de políticas y desarrollos reglamentarios de Salud pública.
